La cirugía de la catarata consiste en extraer el contenido del cristalino opacificado mediante ultrasonidos y reemplazarlo por una lente intraocular (LIO) personalizada para cada caso.
En las cataratas incipientes se pueden tomar medidas paliativas como el uso de gafas de sol para evitar el deslumbramiento o graduadas si se ha producido un cambio en la refracción. Pero el tratamiento definitivo de las cataratas sigue siendo el quirúrgico.
Las cataratas pueden aparecer a cualquier edad, pueden ser incluso congénitas, aunque generalmente las cataratas aparecen en la edad senil. En cuanto el paciente empieza a notar una pérdida de su agudeza visual y ya no esté cómodo, se puede proponer y realizar la cirugía de cataratas.
La cirugía de cataratas se realiza en el quirófano, con anestesia local. Se practica una pequeña incisión en el eje en el que el paciente presente más astigmatismo, y a través de esta pequeña incisión el cirujano trabaja en el interior del ojo.
Primero abre la cápsula anterior del cristalino y mediante un instrumento denominado facoemulsificador, que es una pequeña sonda metálica, que a su vez riega líquido dentro del ojo, procede a romper el cristalino en pequeños fragmentos.
Este facoemusificador emplea energía ultrasónica que además produce calor y va rompiendo el cristalino en pequeños fragmentos que se van aspirando.
Así es posible realizar la operación a través de una incisión pequeña y no practicarla a través de una incisión amplia como se hacía antiguamente que requería puntos de sutura. Esta pequeña incisión no va a requerir puntos de sutura.
Una vez se ha limpiado todo el saco del cristalino y queda bien transparente se procede a la implantación de una lente intraocular. Con esta lente intraocular, cuya potencia se calcula previamente, podemos ya corregir la visión del paciente.
Actualmente estamos colocando las lentes intraoculares plegables que pueden ser de distintos tipos:
La cirugía de catarata, se realiza generalmente primero en un ojo, y al cabo de unos días se practica en el otro ojo.
Es una cirugía indolora, debido a la anestesia. Se trata también de una operación corta, dura aproximadamente unos 10-15 minutos.
El paciente se va a casa inmediatamente después de la intervención y al día siguiente se le destapa el ojo y empieza un tratamiento con antibióticos y anti-inflamatorias que dura pocas semanas.
En general, a los pocos días, ya se puede hacer una vida normal evitando traumatismos en los ojos, y el contacto con el agua o sustancias que puedan provocar algún tipo de inflamación o irritación ocular.
El pronóstico de la cirugía de cataratas es bueno, la recuperación es rápida y los avances constantes en este procedimiento han hecho que sea una de las intervenciones más exitosas.
El Dr. Mario Lovatón es cirujano oftalmológico especialista en cirugía de cataratas utilizando el método de facoemulsificación, procedimiento que ha realizado con mucho éxito en elevado número de pacientes satisfechos.