En un primer momento, cuando la catarata es poco densa, se nota un enturbiamiento de la visión. Asimismo, las luces pueden causar más deslumbramiento del habitual. A medida que la catarata se desarrolla, la visión se hace más borrosa, dificultando progresivamente la realización de las actividades cotidianas.
Antiguamente se dejaba madurar mucho la catarata ya que se operaba de una forma distinta. Había que sacarla entera y no se colocaba ninguna lente intraocular. Actualmente, debido a que se fragmenta con los ultrasonidos, es preferible que no esté muy dura.
Evidentemente tampoco hay que operar a todos los pacientes cuando les empieza la catarata, pero sí cuando la catarata ya está en un grado 3, 4 o 5 sobre 10, para no se endurezca y evitar así complicaciones. Explicamos a los pacientes que cuando empiecen a notar ya molestias y la catarata interfiera con sus quehaceres habituales, se debería de operar.
La cirugía de catarata con láser es una tecnología que salió hace 5 o 7 años, y no hemos visto ningún beneficio importante. El láser lo único que hace es cortar, realiza las incisiones corneales y corta el cristalino, pero no hemos visto ninguna diferencia significativa respecto al empleo de ultrasonidos.
Es posible que en el futuro el desarrollo de otros láseres más rápidos permitan provocar que el cristalino no se corte sino que se diluya y se pueda aspirar sin la necesidad de ultrasonidos.
El Dr. Mario Lovatón es cirujano oftalmológico especialista en cirugía de cataratas utilizando el método de facoemulsificación, procedimiento que ha realizado con mucho éxito en elevado número de pacientes satisfechos.